TODO Y NADA

Todo y nada, como una apuesta de amor, jugamos nuestras cartas

esperando que el triunfo del amor nos de la dicha que tanto nos hace falta,

como el juego desesperado de un niño a la hora del recreo,

procuramos que nuestro juego nos haga el ganador,

ganador de los besos y la caricias, que por un instante en nuestras vidas,

al cerrar los ojos nos embriague el alma, complete nuestra felicidad .....

Pero que pasa cuando ese amor correspondido,

esos besos tan puros, tan deseados, sellan nuestros labios a los demás,

cuando nos duele tanto el corazón, por las huellas de esas manos que nos llenan de dicha,

esas caricias que nos elevan al cielo y nos regresan a la tierra,

 con tanta  delicadeza y tanta sutileza, que nos sentimos las reinas del universo,

ese amor tan buscado y deseado, que parece una ilusión que te puedan amar así,

como siempre deseamos.

Abrir nuestro corazón a la noche y recordar esos momentos tan especiales, tan nuestros,

nos hacen olvidar los problemas diarios, esos que se ven tan pequeños frente a una gran ilusión,

cada vez estoy mas convencida de que el mundo con amor es mucho mejor,

olvidar el mundo, olvidarlo todo,

 cuando las yemas de esos dedos nos acarician lentamente, sin prisa,

con amor y pasión, con lujuria y deseo,

sientes el corazón galopando a toda velocidad..
Todo o nada ese es el verdadero camino hacia el amor incondicional,
hacia la felicidad interminable, al cariño compartido,
al deseo absoluto, a la vida interminable,
yo apuesto el todo y el nada,
a tus caricias del alma, que permiten adorarte con toda mi vida, para el resto de mis días...